¡Hasta siempre crack!

Cinco meses me han costado escribir de nuevo algo, pero nunca imaginé ni hubiese deseado que fuera por el fallecimiento de Andrés Montes. Nunca te conocí en persona, pero me siento como si haya perdido un amigo. Este post es mi humilde homenaje al que bajo mi punto de vista ha sido el mejor periodista baloncestísitco de España, junto a Antoni Daimiel. Los dos formaban una pareja sensacional, una pareja que hacía que valiese la pena ver un partido de baloncesto a las 5 de la mañana pese al cansancio del día anterior y saber que al siguiente no se estaría fresco.

Con sus «ratatata», «jugón», «chocolante blanco williams» y sus miles apodos, junto a sus charlas sobre la vida, hacían de las retransmisiones un puro deleite para los amantes al baloncesto, y para los no tanto. Porque al fin y al cabo el baloncesto es algo más de la vida, esa vida que ya Andrés nos decía que puede llegar a ser maravillosa, y que él nos lo facilitaba con sus originales retransmisiones. Al fin y al cabo las pequeñas cosas de la vida son las que verdaderamente nos llenan.

Me gustaría hablar muchísimo más de él, pero como decía al principio no lo conocía en persona. Mucho se ha escrito ahora de él a nivel postumo, saliendo a relucir mucha hipocresía, amigos inexistentes y muchos falsos entendidos de baloncesto; pero me quedo con la emotiva carta de su compañero en la Sexta Juanma Iturriaga, la cual me parece lo mejor que se ha escrito sobre él debido a su verdadero sentimiento hacia él.

Estes donde estes Andrés, ten seguro que siempre estarás en el corazón de muchísimos aficionados al baloncesto españoles, entre los que me incluyo.