La Final está servida

Después de unos largos 21 años los Boston Celtics volverán a disputar una Final de la NBA. Se verán las caras con Los Angeles Lakers en la Final soñada por todos (aficionados, periodistas, sobre todo españoles, y la propia NBA por la repercusión que conlleva estas dos franquicias legendarias) reviviendo la última disputada entre ambos equipos en 1987, donde los Lakers ganaron por 4-2.

Con los Lakers esperando rival en la Final de la NBA, los Boston Celtics salieron al Palace of Auburn Hills con la única idea de finiquitar la serie y empezar a pensar en el equipo californiano. Paul Pierce fue el Celtics con mayor intensidad y el que hizo más daño a los Bad Boys. Con 27 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 1 tapón lideró a su equipo durante todo el encuentro.

Pese a ello los Pistons llegaron a mandar en el partido hasta el comienzo del último cuarto por 8 puntos, gracias a la dupla exterior Billups (29 puntos 6 rebotes 6 asistencias) & Hamilton (21 puntos 4 asistencias). En el último cuarto Kevin Garnett (16 puntos 6 rebotes 4 asistencias) y Ray Allen (17 puntos 6 rebotes) salieron a la ayuda de Paul Pierce para lograr la victoria, claramente motivados al encontrarse a tan sólo 12 minutos de la tan ansiada Final.

Lo más importante es que ya tenemos Final, y no cualquier Final sino todo un Los Angeles Lakers – Boston Celtics. El espíritu de Red Auerbach y el dominio de Wilt Chamberlain contra los Lakers del Showtime de Magic (MVP de aqulle afinal entre ambos equipos de 1987). Eso sí, encarnados en jugadores de la talla de Kevin Garnett, Paul Pierce, Kobe Bryant o Pau Gasol. Sí, no me he equivocado. El español Pau Gasol.