h1

Un tiro, un futuro

21 abril, 2008

Ya inmersos en los Playoffs ahora es cuando llega el momento de la verdad. Una canasta puede marcar muchos futuros: el del jugador que la anota, el del equipo al que pertence, el futuro del equipo rival o de algun jugador contrario. Para desarrollar esta idea nos centraremos en jugadores como Robert Horry, Vince Carter, Karl Malone o Michael Jordan.

Robert Horry es un claro ejemplo de ser un jugador decisivo. Letal en los determinantes segundos finales ha demostrado tener la valentía, la sangre fria y la calidad de anotar en más de una ocasión en dichos instantes tan difíciles. Todos nos acordaremos de aquel triple en los Playoffs del 2002 ante los Sacramento Kings en el quinto partido de la Final de Conferencia.

Con esa canasta no sólo dejó con vida a su equipo en Playoffs (se hubiesen quedado 1-3 y el siguiente partido en Sacramento), sino también marcó el futuro de sus rivales. ¿Quién dice que si ese partido lo hubiese ganado los Kings no hubiesen ganado el anillo? De esa manera el ahora retirado Chris Webber tendría todo un mericimiento a su carrera. También, seguramente en ese caso, la época dorada de los Kings donde maravillaban con su juego hubiese tardado más en concluirse. Todo son conjeturas pero ¿no existe la posibilidad?

Otro claro ejemplo lo pudimos ver una temporada antes en los Playoffs del 2001. Nos remontamos al duelo protagonizado por los Phialdelphia 76ers de Iverson y Mutombo, y los Toronto Raptors de Vince Carter, Antonio Davis, o Morris Peterson. Llegados al séptimo y último partido de la serie Carter dispuso de un triple para no solo ganar el encuentro sino también pasar de ronda.

Al final Iverson fue el vencedor llevando a su equipo hasta la final con Los Angeles Lakers, pero sobre todo su imagen como estrella subió hasta lo más alto en la NBA. Está claro que si Carter hubiera metido ese tiro ahora Iverson no sería el que es, ni Cater tampoco.

Y por último el más claro ejemplo. El del jugador más grande de todos los tiempos: su majestad Michael Jordan. O lo que es lo mismo: el destrozasueños. Con su hegemonía y dominio de la liga ha acabado con la ambición de jugadores de la talla de Karl Malone, John Stockton, Gary Payton o Shawn Kemp que tras unas carreras profesionales simplemente sensacionales nunca pudieron lograr el ansiado anillo. Stockton y Malone aun deben tener pesadillas con aquel Last Shoot de Jordan.

El baloncesto es un deporte apasionante, fácil a la vez que complejo y curioso. Un simple tiro, una simple canasta no sólo decide un partido sino el futuro de jugadores, equipos y del propio rumbo de la liga. Algo muy complejo todo reunido en un balón suspendido en el aire con un sólo destino: la canasta.

Un comentario

  1. lo de horry no se como lo hace, pero primero me jodio a mis kings de cuando era pequeño y despues a los pistons, el hombre que mejor sabe que equipo elegir de la liga, madre que personaje. lo de jordan, se me siguen poniendo los pelos de punta despues de 12 años y despues de verlo 30 veces.increible el baloncesto.



Deja un comentario